Introducción

En la época de Timoteo, las iglesias del Asia menor se enfrentaron a un grave peligro que estaba afectando la vida de la comunidad cristiana. Pablo nos dice que falsos maestros estaban introduciendo en las iglesias doctrinas ajenas al evangelio de Cristo, y que Timoteo tenía que resolver ese problema.

Pablo ya les advirtió que esto iba a ocurrir:

Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre ustedes que no perdonarán el rebaño. También de entre ustedes mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos.

En esta carta pastoral, Pablo no solo identifica esos problemas, sino que también instruye a Timoteo para que conozca cuál es la respuesta que Dios tiene para esa situación.

Identificando el problema

Al leer los pasajes bíblicos de 1 Timoteo, debemos identificar cuáles eran esas enseñanzas, quiénes intentaban introducirlas y cuál era el interés personal de esos falsos profetas:

• Las enseñanzas: Eran fábulas y genealogías interminables que no edificaban y más bien generaban disputas inútiles (1 Timoteo 1:3-4).
• Los maestros: Personas que se habían desviado hacia una vana palabrería, queriendo ser maestros de la ley sin entender lo que afirmaban (1 Timoteo 1:6-7).
• El interés personal: Generar ganancia y enriquecerse a través de falsas enseñanzas, suponiendo que la piedad es un medio de ganancia (1 Timoteo 6:5).

El mensaje tiene 4 principios para una vida cristiana victoriosa:

1. Huye de estas cosas
2. Persigue estas cosas
3. Pelea la buena batalla
4. Guarda el mandamiento

1. HUYE

(1 Timoteo 6:11)

Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.

El Contexto: Actitudes Negativas vs Positivas

Para comprender mejor, debemos ver el contexto en 1 Timoteo 6:3-10:

• Actitudes Negativas: Doctrinas diferentes, envidias, pleitos, blasfemias y malas sospechas. Hombres de mente depravada que toman la piedad como fuente de ganancia.
• Actitudes Positivas: La piedad acompañada de contentamiento. Entender que nada trajimos al mundo y nada sacaremos. Si tenemos sustento y abrigo, estemos contentos con eso.

Un hombre de Dios debe Huir

Pablo le recuerda a Timoteo su identidad: "Hombre de Dios". Al igual que Daniel en Babilonia decidió no contaminarse con la comida del rey (Daniel 1:8), Timoteo debía recordar quién era.

Otros ejemplos bíblicos de "Hombres de Dios":

• Moisés: (Deuteronomio 33:1)
• El profeta enviado a Elí: (1 Samuel 2:27)
• Samuel: (1 Samuel 9:6)
• Semaías: (1 Reyes 12:22)

Huir no es cobardía, es sabiduría. Huimos de la irresponsabilidad hacia la responsabilidad. Como dice 1 Juan 2:15-17, no debemos amar al mundo ni las cosas que están en él.

2. PERSIGUE

Timoteo no solo debía huir, sino perseguir una vida cristiana genuina. Los principios a seguir son:

1. Justicia: Llevar una vida de rectitud, cumpliendo deberes con Dios y el prójimo.
2. Piedad: El anhelo de vivir cada día en la presencia de Dios; verdadera devoción.
3. Fe: (Pistis) Fidelidad y confianza en Dios a pesar de las circunstancias. "El justo por la fe vivirá".
4. Amor: Amor ágape que da sin recibir. Para amar al prójimo, primero debemos amar a Dios (1 Juan 4:7).
5. Perseverancia: Resistencia victoriosa. Estar firmes a pesar del sufrimiento y las pruebas (1 Pedro 1:7).
6. Mansedumbre: Serenidad y ausencia de egoísmo. La fuerza bajo control; saber perdonar y tratar correctamente a los semejantes.

3. PELEA LA BUENA BATALLA

(1 Timoteo 6:12-14)

Pelea la buena batalla de la fe. Echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado...

La vida cristiana es activa y militante. "Pelear" implica agonizar, esforzarse al máximo como un atleta en una competencia o un soldado en la guerra.

• 2 Timoteo 2:3: Sufre penalidades como buen soldado.
• Filipenses 2:16: Asidos de la palabra de vida.

"Echa mano de la vida eterna": No significa ganar la salvación por esfuerzo, sino tomar posesión y disfrutar del premio que Dios ya nos ha dado, viviendo la victoria de Cristo día a día.

La confesión de fe debe ser firme, así como Jesucristo dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato (Juan 18:37).

4. GUARDA EL MANDAMIENTO

(1 Timoteo 6:14-16)

...que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo...

Debemos mantenernos puros ("consérvate puro", 1 Tim 5:22) hasta el regreso del Señor. Pablo concluye exaltando la soberanía de Dios:

• Rey de reyes y Señor de señores.
• El único que tiene inmortalidad.
• Habita en luz inaccesible.

Conclusión

Estamos en una carrera. Como dice Hebreos 12:1-2, despojémonos del peso y del pecado, y corramos con paciencia puestos los ojos en Jesús.

Pablo, al final de su vida, pudo decir:

He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe.

Recuerda: Para vivir una vida victoriosa: Huye del pecado, Persigue la justicia, Pelea la batalla de la fe y Guarda el mandamiento manteniéndote puro.