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22 de junio, 2025

El Dios que no negocia su Santidad

Isaías 6:1-8

"En el año de la muerte del rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y la orla de Su manto llenaba el templo. 2 Por encima de Él había Serafines. Cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban. 3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: «Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos, Llena está toda la tierra de Su gloria». 4 Y se estremecieron los cimientos de los umbrales a la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. 5 Entonces dije: «¡Ay de mí! Porque perdido estoy, pues soy hombre de labios inmundos y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, porque mis ojos han visto al Rey, el Señor de los ejércitos». 6 Entonces voló hacia mí uno de los Serafines con un carbón encendido en su mano, que había tomado del altar con las tenazas. 7 Con él tocó mi boca, y me dijo: «Esto ha tocado tus labios, y es quitada tu iniquidad y perdonado tu pecado». 8 Y oí la voz del Señor que decía: «¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?». «Aquí estoy; envíame a mí», le respondí."

Tozer decía, "...lo que piensas acerca de Dios es lo que te define", no lo que piensas acerca de ti, sino lo que piensas acerca de él, porque ese pensamiento acerca de Dios determina todo lo demás. Respecto a la iglesia señala "lo más revelador acerca de la iglesia será siempre su visión de Dios y de ello se desprende el mensaje que predica" Lo que nosotros digamos sobre él o lo que dejemos de decir de él, es lo que define quienes somos individualmente y como iglesia. Cuando nosotros empequeñecemos a Dios, cuando nosotros trivializamos a Dios en nuestras mentes, las cosas que realmente importan en la vida son trivializadas también.

Me sumo al pensar que ese es el gran problema de muchos creyentes y de muchas iglesias hoy, que no tenemos una idea lo suficientemente elevada de quién es Dios y consecuentemente no somos dominados por una pasión por él que arrastre todo lo demás a un plano muy secundario. Tenemos una distorsión en nuestras prioridades, es por eso que tú y yo necesitamos pasar por una experiencia similar a la que se describe en el capítulo 6 del libro de Isaías.

Nosotros necesitamos experimentar el trauma de ver a Dios, como decía R.C. Sproul, necesitamos una experiencia traumática como la de Isaías para salir de un cristianismo vacío, rutinario hasta farisaico (hipócrita/lucir algo que no soy).

A Isaías le tocó ministrar durante un tiempo muy difícil en medio de una decadencia moral, política y religiosa en el reino de Judá que fue donde ministró Isaías, los gobernantes eran muy corruptos, el pueblo era muy idólatra, los ricos eran unos explotadores y la cultura del entretenimiento se había expandido por toda la sociedad; Mira lo que dice Isaías 5:8, 11 y 18-23

"8 ¡Ay de los que juntan casa con casa, y añaden campo a campo hasta que no queda sitio alguno, para así habitar ustedes solos en medio de la tierra!... 11¡Ay de los que se levantan muy de mañana para ir tras la bebida, de los que trasnochan para que el vino los encienda!... 18 ¡Ay de los que arrastran la iniquidad con cuerdas de falsedad y el pecado como con coyundas de carretas! 19 Los que dicen: «Que se dé prisa, que apresure Su obra, para que la veamos; Que se acerque y venga el propósito del Santo de Israel, para que lo sepamos». 20¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, Que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! 21¡Ay de los sabios a sus propios ojos e inteligentes ante sí mismos! 22¡Ay de los héroes para beber vino y valientes para mezclar bebidas, 23 Que justifican al impio por soborno y quitan al justo su derecho!"

¿Notas que nuestra época no es muy distinta a la de Isaías? el único que daba cierta estabilidad a la nación era el rey Uzías, un líder político y militar que llevó al reino de Judá a su mayor gloria, reinó 52 años en Judá, lamentablemente se describe en 2 Crónicas 26:16

"16 Pero cuando llegó a ser fuerte, su corazón se hizo tan orgulloso que obró corruptamente, y fue infiel al Señor su Dios, pues entró al templo del Señor para quemar incienso sobre el altar del incienso."

algo que un rey no debía hacer porque era tarea exclusiva de los sacerdotes y cuando los sacerdotes trataron de impedirlo el rey Uzías se llenó de ira y ahí mismo en el templo Dios lo castigó con lepra y murió.

Después de 52 años desapareció del escenario político como un arrogante cubierto de vergüenza y ese fue el año en que Isaías tuvo la visión que marcó el inicio de su ministerio, observen el versículo 1 del capítulo 6

"En el año de la muerte del rey Uzías..."

a partir de ese momento Isaías se mantuvo predicando fielmente la palabra de Dios durante casi medio siglo hasta que fue, según la tradición, asesinado por el rey Manasés y no con cualquier tipo de muerte, Isaías fue aserrado y partido en dos.

La pregunta es ¿qué es lo que se requiere para tener tal pasión por Dios que le permita a un ser humano común y corriente como tú y como yo, vivir y predicar con fidelidad la Palabra en medio de tanta apostasía, corrupción moral y política?. ¿Qué es lo que se requiere para que personas como tú y como yo seamos librados de las trivialidades de este mundo y vengamos a ser hombres y mujeres apasionados por Dios y por su reino?

Esta la ruta que seguiremos:

  1. Primero: Necesitamos una visión más elevada de la santidad de Dios.
  2. Segundo: Necesitamos ver la fealdad de nuestro pecado en toda su dimensión.
  3. Tercero: Necesitamos abrazar el perdón que Dios otorga de pura gracia.
  4. Cuarto: Necesitamos abrazar el privilegio del servicio.

PRIMERO: NECESITAMOS UNA VISIÓN MÁS ELEVADA DE LA SANTIDAD DE DIOS.

"En el año de la muerte del rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y la orla de Su manto llenaba el templo. 2 Por encima de Él había Serafines. Cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban. 3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: «Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos, Llena está toda la tierra de Su gloria». 4 Y se estremecieron los cimientos de los umbrales a la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo."

Cada uno de los detalles de esta visión tiene la intención evidente de hacerle ver a Isaías la suprema exaltación de Dios como el Rey Soberano de todo lo creado, él está sentado sobre un trono alto y sublime por encima de todos los tronos de este mundo y la orla de su manto literalmente en el texto hebreo lo que dice es "el dobladillo de sus ropas reales" la ropa imperial del Señor era tan abundante que llenaba todo el templo, lo que se busca con esta descripción no es que tú y yo podamos visualizar lo que Isaías vio, es que podamos entender que ningún rey, presidente, autoridad terrenal por poderoso que sea puede compararse con el Señor, con la realeza, el esplendor y la majestad de nuestro Dios él es infinitamente glorioso, él es infinitamente esplendoroso, él es infinitamente poderoso.

Dios quiere que nosotros entendamos que la estabilidad del universo depende del hecho de que él está sentado en ese trono alto y sublime, los reyes terrenales vienen y van como el rey Uzías, pero nuestro Dios sigue siendo soberano y él mantiene bajo control desde las estrellas más inmensa de todas las galaxias hasta la partícula más pequeña conocida en el universo como Quark (Aunque a menudo se piensa que los átomos son la unidad más pequeña de la materia, en realidad están compuestos de partículas subatómicas como protones y neutrones, que a su vez están compuestos por quarks. Los quarks, por lo tanto, son la base de la estructura de la materia en el universo)

Isaías vio también a un grupo de seres angelicales llamados Serafines que se encontraban alrededor del trono alabando a Dios, la palabra que se usa y que se traduce aquí como Serafín transmite la idea de algo "fiero" algo "temible". Recuerdan cuando Dios mandó un juicio sobre la nación de Israel en Números 21 dice que había serpientes ardientes o serpientes abrazadoras, la palabra hebrea que se usa en número 21 es "Serafín" probablemente los Serafines sean las criaturas más poderosas y majestuosas que Dios haya hecho porque son las que están más cerca del trono de Dios y sin embargo, aún ellos deben cubrir su rostro en la presencia de Dios en señal de reverencia, es obvio que los Serafines no tienen una imagen trivializada de Dios lo único que ellos dejan al descubierto son sus bocas para poder alabarle dice el versículo 3 que el uno al otro daban voces diciendo "santo, santo, santo Jehová de los ejércitos" y probablemente el otro grupo le respondía "toda la tierra está llena de su gloria"

Lo que los Serafines están haciendo aquí es proclamar de la forma más enfática posible que nuestro Dios es Santo y ese es el único atributo divino que se repite tres veces en toda la Biblia. No encuentras otra declaración similar respecto a Dios.

Ahora cuando escuchamos la palabra santidad lo primero que suele venir a nuestras mentes es la idea de pureza moral y aunque es indudable que eso está incluido en el concepto de santidad nuestro Dios no tiene nada que ver con el pecado, sin embargo, lo que los ángeles están diciendo aquí no es que Dios es puro, puro, puro; La idea detrás de esta palabra Santo es que nuestro Dios está por encima de todas las cosas creadas por él. Dios es trascendente, él está infinitamente por sobre todas las cosas que existen en todo el universo, no hay absolutamente nada que pueda compararse con Dios, él es "únicamente único" esa es la idea que los Serafines tratan de comunicarnos cuando dicen "Santo, Santo, Santo".

Es abrumador pensar que Dios siendo tres veces Santo, sea un Dios cercano, iglesia no valoramos la presencia de Dios porque no entendemos quién es él.

La Biblia señala que la Santidad de Dios es uno de los atributos comunicables de Dios ¿y eso qué significa? bueno que ese es uno de los atributos que Dios comparte con nosotros en cierto grado, la biblia dice

"...sean santos porque yo soy santo..." (1 Pedro 1:15-19)

lo que quiere decir es que nosotros hemos sido apartados para el uso exclusivo de Dios de manera que la idea que se quiere comunicar al decir que los creyentes debemos ser santos es que nosotros fuimos comprados por Dios para ser exclusivamente suyos, esto es tan delicado que la Palabra señala que la amistad con el mundo es enemistad con Dios, de hecho lo llama adulterio, Santiago 4:4-5 (NTV) dice:

"4 ¡Adúlteros! ¿No se dan cuenta de que la amistad con el mundo los convierte en enemigos de Dios? Lo repito: si alguien quiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios. 5 ¿Acaso piensan que las Escrituras no significan nada? Ellas dicen que Dios desea fervientemente que el espíritu que puso dentro de nosotros le sea fiel"

Dios posee otros atributos que los teólogos han denominado incomunicables porque son exclusivos de Dios él es omnisciente lo sabe todo, él es inmutable él nunca cambia, él es infinito, él es eterno, él es todopoderoso; Lo irónico decía alguien "Es que nosotros quisiéramos tener esos atributos incomunicables; Lo que no queremos es imitar a Dios en los comunicables, es decir amor, bondad, santidad."

Dicen los Serafines que este Dios tres veces santo "ha llenado la tierra de Su gloria", esto significa que si nosotros no tuviéramos una mente sacudida por el secularismo y la modernidad podríamos ver más evidencias de la gloria, el poder, la majestad, lo excelso de Dios que nos postraríamos en adoración delante de él.

Después de contemplar la grandeza del Señor y su mano en su creación el Salmista dice en Salmos 95:6

"Vengan, adoremos y postrémonos; Doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor."

Para añadir algo más de terror/trauma al corazón de Isaías el versículo 4 de Isaías dice:

"4 Y se estremecieron los cimientos de los umbrales a la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo."

Mientras cantaban los Serafines se estremecieron los cimientos del templo, el templo comenzó a temblar y se llenó de humo, muy probablemente con el humo del incienso que solía usarse en el templo resultado del sacrificio presentado.

Tú y yo necesitamos ver a Dios de esa manera, glorioso, trascendente, soberano, majestuoso, muy por encima de toda su creación, ahora ¿ustedes creen que después que Isaías tuvo esa visión y salió del templo se miró en un espejo y dijo yo como que tengo algunas libras de más o qué raro cuando fui al templo fulano no me saludó, ustedes creen que Isaías salió del templo pensando en esas trivialidades? esta es una visión gloriosa de Dios, algo tuvo que cambiar.

SEGUNDO: NECESITAMOS VER LA FEALDAD DE NUESTRO PECADO EN TODA SU DIMENSIÓN.

"5 Entonces dije: «¡Ay de mí! Porque perdido estoy, pues soy hombre de labios inmundos y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, porque mis ojos han visto al Rey, el Señor de los ejércitos"

Nosotros vimos hace un momento que en los capítulos anteriores Isaías había estado pronunciando juicios sobre los habitantes de Judá, recuerdan ¡Ay! de los que se levantan de mañana, ¡Ay! de los que a lo bueno llaman malo, pero ahora que él ha visto ese cuadro de la majestuosa santidad de Dios, Isaías clama espantado "jay de mí!" la tendencia del corazón humano, la tuya y la mía es ver los pecados de otros como peores que los nuestros ¿no es así?, claro que es así.

Cuando Isaías vio la gloria de Dios lo primero que le saltó a la cara fue su propio pecado, ese es el resultado de entrar en contacto con el Dios vivo y verdadero, Isaías se sintió desecho, esa es la palabra hebrea "desecho", no porque percibió su pequeñez ante la grandeza de Dios sino porque percibió su iniquidad al estar en la presencia de un Dios tres veces Santo.

Dice Habacuc 1:13

"Muy limpios son tus ojos para mirar el mal"

en otras palabras su santidad y su justicia le impiden ver el pecado con indiferencia, ahora ¿cuáles pecados? los que tú y yo tenemos en la lista de pecados impublicables, escucha lo que dice Proverbios 6:16-19

"Seis cosas hay que el Señor odia, y siete son abominación para Él: 17 Ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, 18Un corazón que trama planes perversos, pies que corren rápidamente hacia el mal, 19 Un testigo falso que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos."

Dios abomina a los chismosos que hablan a espaldas de otro lo que deberían hablar con esa persona directamente, pero no lo hacen porque son chismosos y siembran discordia en la iglesia, esas cosas no nos parecen tan malas en comparación con otros pecados "más groseros".

Sin embargo, la Biblia está señalando que estos pecados "... el Señor odia, y que son abominación para Él" es por ello que Isaías se siente aterrado "yo soy un hombre inmundo de labios", yo, no mi vecino, yo, yo soy el problema y "habito en medio de un pueblo que tiene labios inmundos" ¿ustedes recuerdan cómo murió el rey Uzías? murió lleno de lepra y la palabra que se usa aquí es la que los leprosos debían pronunciar en voz alta para que la gente supiera que ellos tenían esa enfermedad y se alejaran de ellos, dice Levítico 13:45 "inmundo, inmundo", hermanos en ese momento Isaías se vio a sí mismo como un leproso moral, "soy inmundo de labios, soy leproso de labios" ¿tú te ves así, como un leproso moral o tú eres de los que va por el mundo enjuiciando a todas las personas menos a ti mismo?

Juan Calvino decía, "De aquí ese pavor y asombro con el cual, como la Escritura uniformemente nos relata, los hombres santos fueron sobrecogidos cada vez que enfrentaron la presencia de Dios... los hombres nunca son debidamente tocados e impresionados con la convicción de su insignificancia hasta que se comparan a sí mismos con la majestad de Dios"

TERCERO: NECESITAMOS ABRAZAR EL PERDÓN QUE DIOS OTORGA DE PURA GRACIA.

"6 Entonces voló hacia mí uno de los Serafines con un carbón encendido en su mano, que había tomado del altar con las tenazas. 7 Con él tocó mi boca, y me dijo: Esto ha tocado tus labios, y es quitada tu iniquidad y perdonado tu pecado"

¿Se dieron cuenta mis hermanos que el texto no dice que Isaías le pidió a Dios que lo perdonara? Ahí no hay ninguna petición de parte de Isaías. Él simplemente reconoció su pecado en una actitud de arrepentimiento y Dios que se deleita en perdonar, le manifestó de inmediato la gracia del evangelio. Mis hermanos, cuando Dios abre nuestros ojos para que veamos cuán Santo Él es y cuán pecadores somos nosotros, no lo hace para destruirnos, lo hace para salvar o para restaurar.

Él es supremamente trascendente como vimos hace un momento, pero al mismo tiempo es un Dios de gracia que se acerca a nosotros con la disposición de concedernos perdón de todos nuestros pecados. Por supuesto el hecho de que este Serafin haya tomado del altar un carbón encendido para purificar a Isaías nos dice que un sacrificio había sido hecho y quemado en el altar; Prefigurando obviamente el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo. Dios no se hace de la vista gorda respecto al pecado del hombre, sino que hizo provisión para que ese pecado pudiera ser perdonado sin él pasar por alto su justicia.

Dios no vino a Isaías preocupado por su autoestima. Ay de mí, no, no, Isaías has entendido mal la visión, lamento mucho que te hayas sentido tan miserable, porque en realidad tú eres lo mejorcito de la sociedad judía, no te sientas tan mal.

A Dios no le preocupaba la autoestima de Isaías, dice Jerry Bridges, "la buena noticia del evangelio no es que nosotros no somos tan malos. La buena noticia es que Dios a través de Cristo ya trató con lo malo que somos, en otras palabras, no es que seamos muy malos, somos peores de lo que creemos y Cristo ya trató con eso".

El Señor no solo perdonó nuestra culpa sobre la base de la justicia de su hijo. Sino que también puso su justicia perfecta en nuestra cuenta por medio de la fe.

Alguien lo ilustró de la siguiente manera, "Imaginate que te has pasado el día entero cavando una zanja en el patio de tu casa. Al final del día estás muy sudado, completamente sucio de pies a cabeza. Pero resulta que esa noche tienes un compromiso con alguien muy importante que te ha invitado a cenar. Pregunta, ¿sería lógico que te pusieras ropa limpia sin haberte bañado primero? No. ¿y qué tal si te das una ducha y luego te pones la ropa con la que tuviste cavando todo el día? No, las dos cosas son ridículas. Tú necesitas una ducha y necesitas ropa limpia. Y eso fue lo que Dios nos proveyó. Dios nos lavó con la sangre preciosa de Jesucristo, pero no nos dejó así. Nos vistió con la ropa de gala de la justicia perfecta de nuestro Señor."

¿Y cómo reaccionó Isaías ante la gracia perdonadora de Dios? Déjame personalizar esta pregunta. Mi hermano, ¿cómo deberíamos reaccionar tú y yo ante la extraordinaria noticia del Evangelio, de que ese Dios trascendente, sublime, infinitamente majestuoso, perfectamente puro, ha decidido perdonarnos por medio y al precio de la vida de su Hijo?

CUARTO: NECESITAMOS ABRAZAR EL PRIVILEGIO DEL SERVICIO.

Noten que no dije que necesitamos servir. No, no, lo que estoy diciendo es que tú y yo necesitamos abrazar el privilegio del servicio.

"8 Y oí la voz del Señor que decía: «¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?». «Aquí estoy; envíame a mí», le respondí."

Oí la voz del Señor que decía. ¿A quién enviaré? Singular. ¿Y quién irá por nosotros? Plural.

El Dios singular, que al mismo tiempo es plural, porque es un solo Dios en tres personas. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. No mezclen las personas. Hay personas que al orar dicen, "Padre, yo te doy gracias por haber muerto por mí en la cruz." Eso es una herejía que se llama patripasionismo, porque está diciendo que el Padre fue quien sufrió en la cruz del Calvario, no, el Padre no murió en la cruz. El que murió en la cruz fue el Hijo. Así que no le des gracias al Padre por haber muerto en la cruz. Él no murió en la cruz, ni fue el Espíritu Santo, fue el Hijo.

Son tres personas, un solo Dios. Así que Dios le permite a Isaías. Oigan esto, escuchar una conversación privada entre las tres personas de la Trinidad.

"¿A quién enviaré? ¿Y quién irá por nosotros?" Ahora, no es que Dios está preocupado. No es que Dios tiene que plantearse este tipo de interrogantes, no, él desea inquietar el corazón de Isaías. Hay algo que Isaías debía hacer. No porque Dios necesitaba que Isaías lo hiciera, sino porque Dios en su gracia y en su bondad quería darle a Isaías el privilegio que lo hiciera.

Dios quiere que asumamos el privilegio del servicio "¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?" Isaías inmediatamente responde, "Envíame a mí, Señor"

Isaías no está respondiendo heroicamente, arrogantemente, como si él creyese que nadie más lo haría como él. No, no, el tono tiene que haber sido algo como "Señor, Señor, Señor, envíame a mí, por favor, por favor, Señor; Por favor, déjame ir a mí. Por favor, Señor. Déjame ser parte de tu obra."

¿Ustedes notaron que ni siquiera preguntó a dónde, ni a hacer qué? ¿A quién enviaré? Perdón Señor, ¿a dónde?, No, Isaías simplemente dijo "lo que tú quieras, Señor, donde quieras y cuando quieras"

Enviame a mi, después de haber visto tu gloria. Después de haber experimentado tu perdón, envíame a mí Señor, Oh, Señor, por favor, envíame a mí. ¿Qué fue lo que movió a Isaías a mantenerse por cinco décadas, haciendo esto que él comenzó a hacer en el capítulo 6? Isaías tuvo que luchar con los mismos temores que tú y que yo, con las mismas tentaciones, pero, él acaba de experimentar la gracia del Evangelio. Él acaba de experimentar el gozo inefable de saberse perdonado por ese Dios majestuosamente Santo que se le reveló en esa visión tan extraordinaria.

Mis hermanos, el motor que mueve la vida del creyente hoy es el mismo que movió a Isaías hace siglos atrás.

Alguien comentó alrededor de este texto, "¿Qué hubiese pasado si Isaías escuchaba el llamado de Dios antes de tener la visión de su santidad? Probablemente se habría sentido tentado a pensar que él era la persona idónea para ser el portavoz de Dios. Por supuesto, Señor, que puedes enviarme a mí, ¿quién mejor que yo?. De no haber pasado por esa experiencia de la santidad de Dios, Isaías habría venido delante del pueblo con ese sentido de autojusticia y de superioridad que no le hubiese permitido ministrar con gracia, humildad y compasión.

Ahora, supongamos que hubiera sido al revés, que Isaías hubiera recibido el llamado de Dios después de haber sido devastado por la visión de Su Santidad, pero sin haber recibido el perdón del evangelio. Entonces es muy probable que cuando Isaías escuchó el llamado del Señor, "¿a quién enviaré?" "Señor, lo siento, yo no puedo ir, soy un hombre inmundo de labios, yo soy totalmente indigno para ser tu portavoz."

Para que Isaías estuviera listo para ministrar, él necesitaba las dos cosas. Él necesitaba sentir en lo más profundo de su corazón la maldad de su pecado a la luz de la majestuosa santidad de Dios y necesitaba experimentar el perdón revelado en el evangelio. En otras palabras, Isaías pasó por un proceso en cuatro etapas, asombro y temor, culpa, gracia y gratitud. Este es el mismo proceso por el cual camina todo creyente que manifiesta pasión genuina por nuestro Señor.

CONCLUSIÓN: ¿ENTONCES CÓMO DEBEMOS VIVIR?

¿Saben por qué no se percibe en nosotros esa pasión que pone cada cosa en su lugar en nuestra lista de prioridades? Porque no tenemos una idea muy clara de nuestra culpa a la luz de la santidad de Dios y por eso no podemos valorar en una forma adecuada la magnitud de su perdón.

Mis hermanos, nosotros no necesitamos tener una visión como la que tuvo Isaías para poder manifestar la disposición que él mostró. Porque de hecho nosotros tenemos algo más sorprendente que la visión de Isaías, nosotros tenemos la Biblia completa. Hermanos ahora tú y yo sabemos que ese Dios majestuoso que Isaías vio en el templo y a quien los Serafines alababan con reverencia y temor fue el que se hizo hombre para morir en nuestro lugar en la cruz del Calvario. Jesús que pasó por todos estos dolores es el rey de gloria a quien los Serafines alaban en el cielo.

Es la visión de la santidad de Dios revelada en Su Palabra lo que tú y yo necesitamos para tener encendida la llama de nuestra pasión por él, para que todas nuestras trivialidades sean consumidas por el fuego de su santidad, para que tú y yo podamos decir Señor yo no sé, yo no sé cuáles serán las circunstancias por las que yo voy a tener que atravesar en el futuro, yo no sé cuáles son las cosas en las que tú quieres que yo me involucre para servirte en la expansión de tu reino en medio de tu iglesia, pero de antemano Señor te digo heme aquí envíame a mí.

Johnny Faris fue una persona que vivió una vida muy depravada hasta que el Señor lo salvó, siendo creyente desarrolló una enfermedad genética que terminó paralizándolo por completo, de hecho lo llevaban en una camilla a la iglesia, él no podía hacer absolutamente nada ¿sabes lo que él hizo? aprendió a manejar una computadora con su voz y Johnny Faris le servía a pastores en el mundo entero postrado en una cama, el recibía notas de pastores pidiendo oración y él mandaba esas peticiones de oración al mundo entero postrado sin poder moverse.

El problema nuestro no es falta de ministerio, es falta de pasión por Dios, es la necesidad de contemplar al Señor alto y sublime.

Expositor

E

Erick Miranda R.

Pastor Principal - ESP

Pastor principal de la Iglesia. Junto a varias familias fundó la congregación En Su Palabra hace casi 14 años.

Serie: YO SOY

Buscaremos elevar nuestra visión de Dios a partir de entender quién Él es.